EL SUICIDIO IMPOSIBLE
Puede parecer imposible, pero David Phyall – un muy británico, muy descontento – decidió quitarse la vida cortándose la cabeza con una motosierra. Todo comenzó cuando el edificio en el que vivía Phyall fue decretado como condenado y todos los inquilinos recibieron la orden de trasladarse a otros lugares. Pero no David!
Incluso después de haber recibido 11 ofertas de alojamiento alternativo, David se negó rotundamente a abandonar su hogar. Tanto que, para asegurarse de que no se iría del apartamento con vida – y que le daría bastante trabajo al equipo de limpieza – planeó su propia muerte, de una manera absurdamente siniestra.
Phyall fijó una motosierra a la pata de una mesa de billar, utilizó cinta adhesiva para mantener el botón en posición de encendido, y un temporizador para poner la herramienta a trabajar. Entonces, Phyall se puso por debajo de la mesa, con la cadena de la sierra colocada en el cuello, y unos minutos más tarde, perdió la cabeza… literalmente.
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