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jueves, 20 de febrero de 2014

Edward Mordrake, el tipo de las dos caras






Edward Mordrake, el tipo de las dos caras



 Edward Mordrake (a veces escrito Edward Mordake) se afirma que era un heredero del siglo XIX a uno de los títulos de nobleza en Inglaterra que es conocido por tener un rostro adicional en la parte posterior de la cabeza. El fenómeno consistente en la existencia de dos caras en una misma cabeza es llamado diprosopia. Según la historia, el rostro adicional no podía comer, ni hablar pero sí podía llorar y reír. Edward le rogó a los médicos que le quitaran al gemelo diabólico, según él, porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles durante la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo. A los 23 años, el jóven no aguantó más y se suicidó.


 Este caso es parecido al de Chang Tzu Ping y al de Piñón Pasqual.


foto: Piñón de Pasqual


 Ambos, Mordrake y Pasqual se presentan como los 2 casos más especiales en una lista de 10 Personas con Extremidades Adicionales o Dígitos en el libro The Book of Lists edición de 1977.

 Tom Waits escribió una canción sobre Edward Mordrake titulada Poor Edward para su ópera Alice Waits puso esa canción en un álbum con el mismo nombre.

 Erling Wold escribió una ópera titulada "Mordake", que se estrenó en San Francisco en mayo de 2008.

 Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad. Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa, “adorable como un sueño, atroz como un demonio”. El rostro femenino era una mera máscara, “ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno”. Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar. La voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba, “que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno.

 La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio – porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera”. Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”





miércoles, 19 de febrero de 2014

MOLOTOV



MOLOTOV





 He aquí uno de esos inventos que casi mejor deberían no haberse convertido en realidad. El cóctel Molotov, a pesar de tener un nombre "tan ruso", es un invento español. Apareció por primera vez en la Guerra Civil Española, siendo un arma barata utilizada por las milicias del ejército republicano, que paliaban así la carencia de armamento. En realidad, el cóctel Molotov como lo conocemos hoy se inventó en Finlandia como evolución del cóctel Molotov español.




EL ROBO MAS ESPECTACULAR DE LA HISTORIA



 En julio de 1976 tuvo lugar el atraco más importante de la Historia que tuvo como maestro a Albert Spaggiari, al que se le ocurrió la brillante idea de robar uno de los bancos más grandes de Francia, la sucursal de Societe Generalé en Niza, utilizando el sistema de alcantarillado de la ciudad para acceder a la cámara del Banco.


 Spaggiari llevó su idea a la Mafia local con la intención de buscar ayuda, pero se opusieron a su descabellado plan y se propuso crear una organización delictiva propia. Reclutó a 20 personas, cada una de ella especialista en su campo: un experto en joyería -para saber lo que merecía la pena llevarse cuando entrasen en la cámara-, un experto en la construcción de túneles...

 Después de un año haciendo planes, se metió junto a su banda bajo tierra literalmente. Durante 3 meses construyeron un túnel en las alcantarillas de Niza que llegaba hasta la pared subterránea del Banco, arrastrando un equipo que pesaba más de una tonelada. Avanzaban dos mts al día, y cuando finalmente llegaron, un viernes, todavía les quedaba por atravesar una gruesa pared de cemento para entrar en la Cámara acorazada.




 Abrieron el agujero a mano y no accedieron al interior hasta la tarde del día siguiente. Cualquier otro delincuente al ver que ya estaba dentro, la hubiera desvalijado cuanto antes, pero Spaggiari no era un delincuente cualquiera... Había llevado comida para sus hombres y, allí mismo, tomaron un refrigerio a base de vino y patés...

 Finalmente, los ladrones dejaron atrás las sobras de su “picnic” y la mayor parte de las cajas de seguridad del Banco, pero lo que se llevaron y como se lo llevaron también hizo historia...
 Tras soldar desde el interior la puerta de la Cámara acorazada para asegurarse de que nadie les molestara, se tomaron todo el tiempo necesario para robar el banco. Había miles de cajas entre las que elegir, y les dio tiempo para revisar algunos cientos; lo que consideraban que merecía la pena lo metían en bolsas de plástico selladas que colocaban en unas balsas...

 Transportaron su botín en estas balsas, que flotaban en el agua del alcantarillado y las llevaron hasta donde les esperaban otros miembros del grupo que ocultaron el material. Se pasaron todo el fin de semana en el interior de la Cámara acorazada y no se fueron hasta que el banco estaba a punto de abrir sus puertas...
Los primeros en llegar el lunes por la mañana fueron los empleados del banco, los segundos fueron los policías, que hicieron un agujero en la cámara sellada y descubrieron el “revoltijo” que los ladrones habían dejado. El botín de 60 millones de francos que se llevaron lo convirtió en el mayor atraco a un Banco de toda la historia.
Spaggiari era un hombre muy inteligente y planeó el robo de una forma tan precisa que no dejó ni una sola pista a la policía. Dejó una nota que decía: “Sin armas, sin odio y sin violencia...”.


 La clave para resolver el delito resultó ser una esposa celosa. Antes del atraco había llamado a la policía para comprobar las sospechosas actividades de su marido por la noche. Luego, siguiendo una “corazonada”, la policía fue a la casa de esa mujer después del atraco y detuvieron a algunos de la banda que encontraron allí. Finalmente, las pistas que obtuvieron les llevaron hasta Spaggiari...


 Se pasó el juicio paseándose por la sala, ofreciendo respuestas ridículas a todas las preguntas, contando una historia fabulosa en la que mezclaba partes de verdad con mentiras. Estaba narrando una de sus historias cuando se lanzó hacia una ventana abierta. Su abogado y todos los demás pensaron que intentaba suicidarse. Saltó y aterrizó en un coche que estaba aparcado debajo...


 Bajó del coche y montó en una motocicleta conducida por uno de sus “amigos” que salió disparada. Fue lo que se dice una “fuga relámpago”. Nadie volvió a ver a Albert Spaggiari ni a su esposa, ni siquiera una parte de ese botín que batió todos los récords.


 En 1979, tras un pacto secreto con una editorial, publicó su autobiografía, detallando los pormenores del robo, y en el que narraba que no se había quedado nada de dinero. Contaba que lo había enviado a la gente oprimida de Yugoslavia, Portugal e Italia, todo un Robin Hood moderno...

mejor

 Albert Spaggiari NUNCA FUE CAPTURADO y JAMÁS SE RECUPERÓ SU PARTE DEL BOTÍN. A la semana siguiente de su fuga, envió un giro postal de 700 dólares al dueño del coche que había abollado. Y se esfumó... 

 Años después, la prensa publicó que su cuerpo fue hallado por su madre frente a su casa en 1989. Al parecer falleció por un cáncer de garganta y su esposa lo trasladó hasta allí para que reposara en su lugar natal... 

 No puedo evitar tener cierta empatía con este personaje que, aún siendo un ladrón, algo en que todos coincidiremos que no es nada correcto, fue un bandido romántico, un hombre brillantísimo. El delito se acaba pagando, pero en su caso, su astucia fue tal que dejo a todos boquiabiertos. Además, no me molesta mucho que roben a los bancos, bastante nos roban ellos, y que me disculpen los banqueros...


 Su caso fue llevado al cine en Sin armas, ni odio ni violencia -Sans arme, ni haine, ni violence (2008) con Jean-Paul Rouve; The Easy Way "Masterminds" - The Riviera Job (2004) TV con John Gillis; "Daring Capers" (1999) TV con Paul Ricioppo y Les égouts du paradis (1979) con Francis Huster (The Sewers of Paradise)